Por Matías Chierasco y Costi Pedro Mendiola
Desde la Libertad Avanza aseguran que no utilizan la IA para hacer campaña sucia. Sin embargo, Malen Dip, especialista en Comunicación política digital y autora del libro “Entre votos y caníbales”, afirma: “Todos dicen que no hacen campañas de contraste ni campañas negativas, pero que las hay, las hay”. Cuando hablamos de campañas de contraste o del “lado b” de las campañas, nos referimos a todo lo que no sucede en la parte oficial. “Desde posicionar mensajes por WhatsApp hasta crear fan page donde emitimos mensajes para la militancia, el partido, entre otros”, agrega Dip.
Los partidos políticos emplean diversas estrategias para hacer campaña de contraste, algunas de las cuales involucran el uso de la Inteligencia Artificial. Entre estas tácticas, se destacan la publicidad dirigida, el uso de bots y la difusión de desinformación o noticias falsas.
La publicidad dirigida o personalizada, consiste en una forma de publicidad impulsada por IA que puede personalizarse para adaptarse a los intereses y comportamientos individuales. Esto significa que los partidos pueden presentar mensajes específicos a diferentes audiencias, maximizando así el impacto de sus campañas publicitarias.
Delfina Arambillet, periodista especialista en Datos e Inteligencia Artificial, explica: “Si se utiliza de manera poco ética, se utiliza para explotar las emociones de los votantes, como el miedo, la ira o la ansiedad, con el objetivo de influir en sus decisiones electorales”.
Crédito: iaxlapatria
Los bots son programas informáticos diseñados para realizar tareas automatizadas en internet. Estos, a su vez, también pueden ser utilizados para hacer campaña sucia. Arambillet menciona: “Los bots pueden generar automáticamente mensajes y comentarios. Por lo tanto, pueden utilizarse para crear la ilusión de un amplio apoyo o crítica hacia un candidato”. Y además, agrega que estos, pueden ser utilizados para crear artificialmente tendencias en redes sociales al retuitear o compartir ciertos mensajes con gran velocidad, y así hacerlos virales.
La utilización de bots es una de las herramientas que más está siendo utilizada por los partidos políticos, durante estas elecciones, para ensuciar a su adversario. Ernesto Mislej, co-founder & data scientist de 7Puentes, explica que hoy en día los bots se utilizan más para atacar y así ensuciar la imagen de alguien en lugar de generar mensajes y comentarios para hablar bien de una persona. En cuanto a esto, Dip señala: “Tenemos que resaltar el lado negativo y debilidades del candidato contrario de manera inteligente”.
Así como la publicidad dirigida y los bots pueden ser usados para hacer campaña sucia, la IA puede ser utilizada para crear artículos, comentarios o mensajes que parecen auténticos pero que en realidad son completamente fabricados. Mislej agrega: “Los algoritmos de inteligencia artificial pueden ayudar a difundir desinformación de manera más efectiva”. Malena Dip menciona que el objetivo de difundir información falsa es “dañar y atacar a nuestro oponente, les entregamos datos a los votantes que confirman su prejuicio sobre nuestro contrincante”.
Los deepfakes o «falsedades profundas» son archivos de vídeo, imagen o voz manipulados mediante un software de inteligencia artificial de modo que parezcan originales, auténticos y reales. Sin embargo, su autenticidad es, en realidad, falsa, y su verdadera naturaleza reside en la capacidad de esta tecnología para generar apariencias engañosamente convincentes.
Video que muestra que es un deepfake.
Mauro Brissio, docente y autor del libro «Toda noticia es falsa hasta que se demuestre lo contrario», explica cómo la inteligencia artificial se utiliza para la creación de Deep Fakes. “El proceso de creación de Deep Fakes se basa en complejos algoritmos de aprendizaje profundo, que pueden analizar y sintetizar información con una sofisticación excepcional”, aclara Brissio.
Esto significa que se pueden producir vídeos que, a simple vista, parecen mostrar a figuras públicas realizando acciones o expresando palabras que en realidad nunca ocurrieron. “Hoy es posible simular el rostro y la voz de una persona, y hacerlo en video; si ya no podemos confiar en la validación biométrica: ¿cómo haremos para saber que quien está del otro lado de la pantalla es realmente quien dice ser?», concluye Brissio.
El surgimiento de la inteligencia artificial en las elecciones argentinas ha causado que algunos votantes duden de la realidad. Debido a esto, la concientización pública en la lucha contra la desinformación generada por la IA es un pilar fundamental para mantener la salud de la democracia.
En primer lugar, es necesario educar a la población sobre los riesgos potenciales de la información falsa y cómo puede ser creada y difundida. Federico Kirschbaum, especialista en ciberseguridad y CEO de Faraday, hace hincapié en que: “Los ciudadanos deben comprender que la tecnología de la inteligencia artificial, puede utilizarse para manipular imágenes, videos y audio de manera convincente. Esto significa que cualquier contenido, por más real que parezca, debe ser evaluado críticamente antes de ser aceptado como verdadero”.
Kirschbaum, además agrega que para lograr esto, se pueden llevar a cabo campañas de concientización a nivel nacional e internacional. “Mostrar casos reales de cómo esta tecnología se ha utilizado para influir en la opinión pública puede ser impactante y efectivo”, menciona el CEO de Faraday.
La IA y la política están entrelazadas, y mucho más en la era digital. Entonces, comprender los peligros que conllevan es fundamental para la salud de la democracia. La capacidad de verificar la autenticidad de la información en un mundo digital donde los deep fakes y las noticias falsas son abundantes es fundamental. Por lo tanto, la sociedad debe trabajar para abordar estos riesgos y garantizar la integridad de los procesos democráticos en la era de esta tecnología.